martes, 10 de abril de 2012

Segunda y última respuesta


Segunda y última respuesta.

Quisiera prometer que, aunque Héctor Abad Faciolince diga la próxima vez que los teatreros violamos niñas, descuartizamos ancianas, vendemos bazuco o, incluso, que asaltamos al Estado desestabilizando la economía nacional, no responderé.

Segunda y última respuesta (no solicitada) a una segunda columna de Héctor Abad Faciolince http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-336712-el-arte-obligacion


Los ojos se me llenaron de lágrimas (por la risa) al llegar a la parte de su artículo en la que dice que la gente de teatro (alguna) vive del erario público. Ahí entendí que su columna era de humor. Solo hay que ver las mansiones en las que viven los teatreros, sus lujosos autos, su ropa de marca y sus desorbitantes sueldos para entender la seriedad de su columna. Seguí, además, las instrucciones que usted da de cómo leer su artículo: con risa.
Sara Dice. Final de función.

Entendí que las tetas públicas que menciona, de las que se alimentan los artistas, deben ser tetas de silicona de una muñeca inflable en un país que usted se imagina. En el país de verdad, los valientes que han asumido la dirección de las entidades de cultura también debieron reírse al leer eso; la labor más agotadora de ellos es conseguir recursos, pelear, amenazar, rogar por adiciones presupuestales. La de cultura es una de las carteras más bajas, y baja con el correr de los años; los grandes presupuestos del Estado van para la guerra y para infraestructura. Sí, para construir carreteras y puentes, eso que sí es útil, como usted dice. Puede dormir tranquilo, la plata del Estado no está en esos seres odiosos como Santiago García que hacen teatro, sino en prohombres como los Nule que construyen puentes (porque a los bazalgettes de aquí tampoco les llega la plata). Pausa para reír. Mentira, para llorar.
En el Festival Iberoamericano de Bogotá.

Me río también viendo la imagen suya llamando vanidosos a los demás,  mientras usted se mira en un espejo. Nadie, hasta donde he leído, está molesto porque usted no vaya a teatro. Por favor, bájese de ahí, a la gente no le importa si usted va o no va (ojalá fuera y pagara la boleta). Algunos nos pusimos alerta por sus descripciones falsas del teatro y le corregimos. Corregir no es insultar. Yo no lo he insultado. Sé que algunos sí lo han hecho y ofrezco disculpas en nombre de ellos, pero eso tampoco es motivo para que se insulte usted mismo. No se tenga asco, usted escribió un libro valioso llamado El olvido que seremos, con eso ya tiene un puesto en la historia; pero cuando quiere escribir con humor, escribe de mal humor. La gente respondió como pudo. Aunque no tengan columnas, también pueden dar su opinión y si no están de acuerdo con usted, no quiere decir que estén mal. Ese "hubo gente que respondió como se debe" también dio risa, faltó el complemento: “como la gente divinamente”.
En el Festival de Manizales.

Del mismo lugar de donde usted saca que algunos teatreros viven del erario público también debió sacar que las salas viven vacías. No es así. Y si así fuera, si la calidad se midiera por la cantidad de espectadores, la televisión debería ser el paradigma de la cultura y los museos llenos de arte viejo deberían derrumbarse para construir modernos centros comerciales que viven llenos de gente. Contrólese hermano, hacemos cosas parecidas, formas de bien. Usted sabe lo que cuesta escribir una página. Y si no sabe lo que cuesta montar una escena, averigüe cuántos ensayos y cuántas horas y horas y horas de buscar y repetir movimientos, gestos y tonos, hasta encontrar el acertado, se necesitan.
En temporada.

Usted entró con los taches arriba y ahora se sorprende por los reclamos. Hace como el futbolista famoso (de millos no, obviamente, ya no) que lesiona al compañero sin balón y, cuando le reclaman, levanta los brazos como el divino niño preguntando "¿qué pasó?". Cuando le sacan la tarjeta se expone como víctima.

No hablo más. Estoy ocupado trabajando en obras que usted nunca verá (yo sí leeré las suyas). Seguiré en mi mansión, la que me construyeron los contratistas del Estado, escribiendo obras con los dineros públicos en mi avión privado mientras viajo a ese país suyo en el que ya quisiera yo vivir.

Aprendo de su columna lo de Bazalgette, un bonito personaje. Sí, salvo vidas, pero el  teatro también lo hace.
A mí me la salvó.
Y me la dañó.
Por fortuna en el buen teatro siempre hay contradicción.

10 comentarios:

  1. a que mundo fantástico que describe ese señor, en donde el teatro se hace lleno de dinero y no de carencia. #mundoimaginario, ojo de carencia económica, por que la creatividad, la pasión, los sueños si están y se hacen presentes en cada presentación.

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  2. JAjajAJjaAJjaJ, Bien Fabio, tienes razón, no hay que perder el tiempo respondiendo semejantes hectoradas!!!

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  3. A propósito, a escrito David c G. hace varios años: 'Si la realidad no duerme ¿por qué hemos de hacerlo nosotros? Que fuimos paridos por ella y más tarde o más temprano le devolveremos el favor.' La realidad es aquello que no permite ver sino obligar a reconocer los cambios de decorado ha realizado, para esta ocasión, un acto de ventriloquia -parece ser con consentimiento- a Héctor Abad Faciolince. Acto fallido en todo caso. Falla (intensidad 10 en la escala de richter) que hace que sean del todo acertadas las letras (en dos entregas) de Fabio Rubiano... Ya que entre muchos efectos éticos y dignos, permiten, favorecen que, quizá, el hijo de Héctor Abad Gómez a estas alturas, se espabile del pacto mefistofélico que -sin querer queriendo- a fraguado con los asesinos de su padre, cuando a través de su pluma devenida arma, apunta y dispara contra una de las expresiones más fecundas, dignas y sublimes del espíritu humano: los acto de creación que funda la puesta en escena por intermediación del TEATRO. No es nada para alegrarse toda vez que, si recordamos y evocamos el texto de Faciolince, El olvido que seremos, fuimos conmovidos por la recapitulación -capítulo a capítulo- que hace de los hechos que llevaron al asesinado de su padre, así, como de sus efectos, sobre él, sobre su familia, la sociedad colombiana y la ira de Aguirre, del loco Aguirre. Es para alegrarse, que esa pluma no digamos envenenada ya que no llega a serlo sino que del todo 'disvariando' sobre lo que dice y, diciéndolo, lo dice sin fundamentos, no afecta un ápice al TEATRO, muy por el contrario, le permite una nueva oportunidad para nuevos libretos. / Dicho lo precedente, y con evidente escepticismo que no efecticismo, se invita a Héctor Abad Faciolince a retificar y, también a otros, llegado el caso, a que releven a Fabio Rubiano, que ha dejado claro, que se ha tratado de su segunda y última respuesta... pues escribir lo que Fabio ha escrito, arriesgo, insufla coraje, otorga dignidad al teatro y a las letras pero simultáneamente fatiga y sobre todo desilusiona al contar con un adversario que no logra estar a la altura del conflicto generado por el mismo. / Ahora bien, esta claro que cuando Pedro Adrian Zuluaga lea estas letras, evoque lo que en su momento -hace años- ya escribió sobre los libros de Faciolince, uno de ellos: 'La Esfinge sin Misterio' en el Imaginario, otrora suplemento dominical del periódico el Mundo... iré buscando la cita mientras ustedes irán leyendo... Al

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  4. En épocas donde la mayoría de personas piensa primero en televisión y/o en cine para después y si queda tiempo piense en teatro, estos debates son un oasis...

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  5. No podría estar mas de acuerdo con usted. Gracias por defender el teatro. Un fuerte abrazo.

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  6. Estoy anonadada, todo esto me parece tan irreal, yo vivo de los libros, amo la literatura, la defiendo y defiendo sus exponentes, pero también amo el teatro, voy siempre que puedo, me emocionó cuando veo la vida que cobran en las tablas. Hoy solo quiero felicitarlo por sus honestas y acertadas respuestas, y pedirle disculpas a todo el gremio del teatro en nombre de las letras, que nos unen desde los mismos inicios.
    Es totalmente válido el tenerle fobia al teatro, son miles los que sufren de esa fobia, así como son millares los que le tienen fobia a los libros, sin embargo, la grosería es inaguantable. Arte es Arte, y es válido para quien lo ve y lo disfruta, y si para el señor Faciolince no es válido el teatro eso está correcto, pero lo que no es correcto es usar un medio de comunicación, y su poder como columnista, para influenciar al público. Porque eso es lo que hace un columnista, y esa es una responsabilidad que debería asumir.
    Nuevamente le felicito por sus acertadas respuestas y me alegra que el teatro tenga entre sus filas, gente honesta y respetuosa, como muchos que conozco y amo.

    Cordialmente,

    MARÍA FERNANDA MEDRANO

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  7. No niego que pensar en el #MundoImaginario del que habla Hector Abad me ha inspirado. Como escritor y actor me seria posible crear un pais o tal vez un planeta donde el dinero del pueblo si sea para el pueblo dando cultura y educacion, no como ahora que dan una supuesta seguridad y una comprobada mediocridad vial. Pero es bueno pensar que el mundo del teatro aun se inspira para dar un buen ejemplo o una buena critica. En este momento tampoco negare que me descepciono que en el espectador el sr hectos abad hable tan erroneamente de algo que ha llenado de amor a millones en el pais pero mi enojo no iba a vaciarse con un madrazo, que no calmaria mi ser y menos el pensar del que alguna vez pense ser un escritor de tributo. Estas dos respuestas puedo afirmar que aumentaron mi admiracion a Fabio Rubiano, no solo por su trayectoria en el teatro sino tambien por la energia y dignidad con que respondio a la estocada de abad. Puedo decir que apoyo a mi amigo andrez quien lo denomino "fabio patea-traseros Rubiano. Pero bueno aprendi de las columnas y sus respectivas respuestas y eso me hara mejor autor y actor y debo agradecerlo. Gracias

    Oscar Aleman

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  8. Hola Fabio: A propósito de esta nota en defensa de la escena, nos gustaría invitarlo a escribir en la presente edición de la Revista El Salmón. Los términos de referencia. 3 cuartillas, time new romas 12, espacio sencillo. Esperamos contar con su solidaridad. El correo de contacto es: elsalmonurbano@gmail.com ....Toda LA info en: http://elsalmonurbano.blogspot.com/2015/04/convocatoria-publica-presentacion-de.html

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  9. Sr. Fabio Rubiano,

    Tuve la oportunidad de leer las 4 columnas escritas (Por el Sr. Héctor Abad y usted) y debo decir que aunque usted tuvo algunos argumentos válidos, el hecho de que los exponga de manera tan cínica e irónica e incluso hasta con falta de respeto....le hace perder todo fundamento.
    Creo firmemente que el debate de ideas con tolerancia y respeto enriquece y que al fin y al cabo...todos estamos del mismo lado...amando el arte en todas sus expresiones.

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  10. Estoy leyendo esto en pleno 2021 y no sé si reir o llorar al ver que todo sigue igual en la sociedad, tal cual como lo describe Fabio, y bueno, seguimos haciendo teatro para salvar vidas para que la mano Burguesa del pais nos tache como los mamertos "progresistas" que fuman bareta y tratan de sobrevivir del arte, "inecesario"porque ¿para que se necesita un actor? sigamos en pie de lucha desde las tablas y uniendo resistencia fomentando seres críticos para el país. GRACIAS PETRA, gracias Fabio, gracias Marcela por seguir cultivando arte en las tablas, son inspiración.

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